29 oct 2010

Feminismo y Postfeminismo

He aquí una aproximación muy simplificada a las discusiones en torno al feminismo y el postfeminismo. He utilizado como fuentes los libros de Suzanne Ferriss y Mallory Young, Chick flicks. Contemporary women at the movies, New York/London: Routledge, 2008, pp. 1-25; y de Sarah Projansky, Watching Rape. Film and Television in Postfeminist Culture, New York-London: New York University Press, 2001. Solo nos servirá como primera aproximación al tema. Las traducciones no estan muy cuidadas, así que no se las tomen al pie de la letra.

El feminismo –tal como surge en la segunda ola en los años setenta- pone el acento en la acción política, los movimientos políticos y las soluciones políticas. Su lucha básica es por la igualdad de la mujer en la sociedad y por la resistencia y crítica a las estructuras patriarcales dominantes. La elección de las mujeres es colectiva: deben luchar por su derecho a NO tener hijos y a NO ejercer sólo carreras profesionales principalmente relacionadas con niños. Rechazan –o al menos cuestionan- la feminidad por considerarla una proyección del deseo masculino sobre la mujer. Desarrolla una actividad sospecha frente a la cultura popular y a los medios de comunicación y llama a la resistencia frente al consumismo que en ellos se apoya y difunde.

El posfeminismo es un término con el que se alude a un conjunto de posiciones muy variables y en ocasiones contradictorias, pero que se puede entender como una limitación de las posiciones feministas tradicionales. Defiende la esfera personal como constitutiva de lo político –la actitud reemplaza a la agenda de cuestiones políticas. Se rechaza la furia contra la llamada cultura patriarcal dominante y se abandona la actitud de sospecha frente a los medios de comunicación y la cultura popular. La elección de la mujer es principalmente individual, no importa si recae en la familia, la carrera, la cirugía estética o el color de uñas a utilizar. Hay un marcado regreso a la feminidad y a la sexualidad. Invita a gozar del consumismo sin complejos. No es de extrañar entonces que las postfeministas tiendan a ver a las feministas como gente enojada, sin humor, autoproclamadas víctimas del patriarcado. Mientras que las feministas las vean a ellas como descerebradas, inconscientes víctimas de la cultura mediática y del consumismo. Las películas juegan un papel importante enmarcando y reflejando el lugar de la mujer en la cultura, en especial en los momentos de cambio social.

El postfeminismo presupone que el feminismo como movimiento político ha sido exitoso, logrando cambios importantes que otorgaron a las mujeres libertad de elección e igualdad respecto a los hombres. Pero que conseguidos sus objetivos el activismo feminista característico de los setenta ya no es necesario. El postfeminismo es lo que viene después del feminismo – lo que implica reconocer su importancia pero certificando su defunción política al mismo tiempo. De esta manera el concepto de postfeminismo perpetúa el feminismo mientras insiste en su superación. La clave es determinar qué tipo de feminismo es perpetuado en este proceso de negociación o transformación. Aquí comienzan los problemas: el postfeminismo es un discurso extremadamente versátil capaz de albergar múltiples posiciones (incluso contradictorias entre sí). Projansky distingue cinco categorías de discursos postfeministas.

(1) El postfeminismo linear, que se considera el punto culminante de una trayectoria histórica que empieza en el prefeminismo y pasa por el feminismo. De esta manera feminismo y postfeminismo no pueden coexistir, pues éste último ha suplantado a la etapa previa que ya forma parte de la historia.

(2) El postfeminismo del contragolpe, no se conforma con anunciar el fin del feminismo, sino que considera importante reaccionar violentamente contra las posiciones feministas a las que considera equivocadas. Estas dos posiciones representan al feminismo como algo negativo que hay que superar. Algo que no comparten las versiones restantes.

(3) El postfeminismo de la igualdad y la elección sostiene que el feminismo tuvo éxito al conseguir que la mujer lograra igualdad de género y libertad de elección –sobre todo en los ámbitos laborales y familiares. Por lo tanto, las mujeres pueden disfrutar de sus conquistas y ya no necesitan al feminismo para hacerlo.

(4) El postfeminismo positivo frente al sexo, defiende la lucha feminista por la independencia de las mujeres pero rechaza sus críticas al sexo heterosexual como estructura de reproducción de la ideología patriarcal. Las mujeres pueden elegir incluso modelos de relación heterosexuales tradicionales sin renunciar por ello a sus conquistas.

(5) Por último, el posfeminismo que incluye al hombre afirma que lograda la igualdad de género, nada impide considerar a algunos hombres feministas –incluso mejores feministas que muchas mujeres.

El posfeminismo resulta un discurso complejo, capaz de adaptarse a las expectativas de auditorios disímiles. Ello explica que se haya extendido de forma generalizada en la cultura popular de los últimos años. Permite absorber el feminismo y declararlo muerto al mismo tiempo. Su influencia es muy grande porque no solo delimita lo que es el feminismo y cómo se posiciona la mujer en relación con el trabajo, la familia y la sexualidad, sino que lo hace de manera que niega relevancia de la raza, la sexualidad y la clase para las consideraciones de género (y para el feminismo). Esto último se hace evidente cuando se toma en cuenta algo que todas sus versiones tienen en común: todas ellas se centran en mujeres blancas, heterosexuales y de clase media. Para Projansky analizar la transformación de los argumentos feministas en limitantes tópicos postfeministas en las narraciones audiovisuales recientes es una tarea fundamental para la crítica feminista.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Alumna nº19:

Después de leer el texto me he dado cuenta que no tengo ni idea del feminismo, a pesar de ser mujer, de no soportar las desigualdades, repeler el machismo...desconocía estas diferenciaciones.Hoy en día la mayoría nos proclamamos feministas (también chicos)y no conocemos el alcance del término siquiera.
Me ha llamado la atención en la 5ªclasificación, que dice que:"una vez lograda la igualdad de género nada impide considerar a hobres feministas...etc".que está muy bien pero...realmente ya hemos logrado la igualdad de género??yo creo que no;que se ha dado un paso enorme en la consideración de la mujer, pero sigue habiendo preferencias a la hora de contratar a un hombre antes que a una mujer,salarios...y también plantearse si la discriminación positiva es eficaz,y necesaria en la actualidad...

En el ámbito gallego disponemos de diversas publicaciones como "Festa da palabra silenciada",un libro de publicación anual sobre la cultura feminista gallega, que ya cuenta con al menos 25 años de antigüedad,si no me equivoco; bajo la dirección de Maria Xosé Queizán,al principio alternaban literatura gallega con temas feministas en sus páginas, en los últimos años optan más por las monografías y el papel de la mujer más a fondo...

Anónimo dijo...

Alumna nº27:

Tras leer este artículo he de decir que comparto las ideas de alguna de las categorías de postfeminismo que enumera Projansky. Sobre todo aquella idea de postfeminismo que defiende que el feminismo ha luchado fundamentalmente por la igualdad de la mujer en la sociedad pero, al mismo tiempo considero que este término se ha quedado obsoleto porque no abarca nuevos retos que han surgido para las mujeres y que hay personas que defienden el feminismo incluso sin llegar a conocer del todo su significado y lo que realmente representa.

En una entrevista reciente a Eva Piquer (escritora y periodista) podíamos leer que "La revolución femenina ha sido importante y ha hecho muchas cosas bien, pero a veces en nombre de esta revolución hay una serie de mujeres del mundo actual que nos pasamos el día corriendo de un sitio para otro, (...) arrastrando un sentimiento de culpabilidad porque nos sentimos culpables de no llegar donde es imposible llegar."

Tras esta lectura surge la siguiente cuestión: ¿para lograr la igualdad se les exige más a las mujeres?

Lo cierto es que, tal y como defienden algunas posturas postfeministas, la mujer debe poder elegir si quiere o no tener hijos, o si quiere o no tener una vida profesional o laboral, o incluso puede decidir libremente compaginar dos tipos de vida (laboral y familiar) si lo hace por decisión propia y no porque nadie se lo impone o se lo exige, el hecho de renunciar a cualquiera de ellas no la hace más feminista o más machista sino que en cualquier caso su decisión será válida y deberá ser respetada,es ahí donde radica la igualdad y en ningún caso se le debería exigir más para obtener esa igualdad que debería ser innata a todos los seres humanos.

Anónimo dijo...

creo que el artículo igora el sentido des postfeminismo ligado a la teoria queer, la cual es una dura crítica al binarismo del género, el biologismo del sexo y , en general, se erige contra lo que considera un orden heterosexista que nos hace pensar en términos de "diferencia". Es a partir de estas posiciones y de ampliar la mirada a otras opresiones (etnia)como surge la crítica "postfeminista"

Anónimo dijo...

En cuanto al último comentario, he de matizar que, precisamente para no confundir ni mezclar terminológicamente el postfeminismo con la teoría queer, esta última y todos los cambios y avances que provocó se enmarcan en la "tercera ola del feminismo". Citando a la creadora del término, Rebecca Walker: "I am not a post-feminism feminist. I am the third-wave".